

La inmunoterapia es efectiva para una amplia gama de tipos de cáncer, incluyendo tanto tumores sólidos como algunos tipos de leucemias. Su eficacia varía según la etapa del cáncer, ya que se adapta a las necesidades terapéuticas específicas de cada fase de la enfermedad. Esta terapia está comprobada como efectiva en hasta un 99% de los cánceres sólidos, lo que incluye una extensa variedad de carcinomas, sarcomas, melanomas, linfomas y más. Entre los cánceres sólidos tratados eficazmente se incluyen:
Carcinomas:
Cáncer de mama
Cáncer gástrico
Cáncer de colon
Cáncer de vesícula biliar
Cáncer hepático
Cáncer renal
Cáncer testicular
Cáncer ovárico
Cáncer ginecológico
Cáncer de piel
Cáncer de próstata
Cáncer de páncreas
Cáncer de pulmón
Tumores cerebrales: Gliomas
Sarcomas: Tumores de tejidos blandos y huesos
Melanoma: Cáncer de la piel
Linfomas no Hodgkin: Cánceres de los ganglios linfáticos
Además, existen variantes de la inmunoterapia que también han mostrado resultados prometedores en el tratamiento de leucemias.
Cada uno de estos tipos de cáncer responde a la inmunoterapia de manera distinta, por lo que el tratamiento debe ser adaptado específicamente a las características moleculares y genéticas del tumor de cada paciente. La inmunoterapia permite activar el sistema inmunológico del cuerpo para reconocer y destruir las células cancerosas de manera más efectiva, lo que la convierte en una de las opciones terapéuticas más avanzadas en la lucha contra el cáncer.