

Este contenido cuenta con los derechos de difusión autorizados en apoyo informativo imparcial y técnico, dirigido a centros médicos y pacientes internacionales que estén vinculados a los protocolos mencionados. Cortesía de Molecular & Precision Oncology International Society (MPOIS).
La Importancia de la Evidencia Científica en Oncología
La evidencia científica es el resultado de investigaciones que se desarrollan bajo rigurosos métodos científicos, utilizando los mejores procedimientos y herramientas de la ciencia médica. Se basa en datos válidos, obtenidos de estudios de investigación clínica que cumplen con altos estándares de calidad. Esta evidencia es crucial para evaluar y validar las terapias disponibles en el tratamiento del cáncer, y representa el respaldo más confiable y sólido que cualquier paciente puede y debe exigir. Es la única fuente que puede despejar cualquier duda sobre la efectividad de un tratamiento, proporcionando seguridad a pacientes y profesionales.
Es fundamental que los pacientes comprendan que la evidencia científica no es un simple “consejo” o “opinión”, sino un conjunto de datos verificables y bien fundamentados. Cuando un paciente recibe información basada en evidencia, está tomando decisiones informadas sobre su salud, lo que puede marcar una diferencia significativa en el éxito de su tratamiento. La falta de comprensión o el desconocimiento de esta evidencia científica puede llevar a un paciente a perder la oportunidad de acceder a tratamientos avanzados y oportunos.
Uno de los mayores riesgos que enfrentan los pacientes es dejarse influenciar por rumores, comentarios no verificables o información errónea, a menudo difundida a través de redes sociales o en internet. Es común escuchar frases como:
“Yo supe que a alguien le pasó…”
“Una persona me dijo que…”
“No sabía de eso, por lo tanto, debe ser una estafa…”
“Vi un video que decía que…”
Estas declaraciones no están respaldadas por evidencia científica, y generalmente son solo rumores o malentendidos que carecen de base real. A menudo, se difunden sin ningún tipo de verificación, basándose en testimonios anónimos o malinterpretaciones que pueden poner en riesgo la salud del paciente.
Es esencial que los pacientes reconozcan que la orientación y la información provenientes de fuentes no verificadas no tienen la misma validez que la evidencia científica obtenida de estudios controlados, entrevistas con expertos y datos clínicos revisados. La influencia de estos rumores puede llevar a la toma de decisiones equivocadas, que afectan directamente la salud y las oportunidades terapéuticas.
Para los centros de salud y los científicos, uno de los aspectos más lamentables es cuando los pacientes pierden la oportunidad de acceder a tratamientos avanzados debido a información errónea o mal fundamentada. Cuando los pacientes se dejan guiar por fuentes no confiables o por individuos sin formación ni experiencia directa, arriesgan su salud y su pronóstico de manera innecesaria. Es similar a intentar ser un experto en una materia tan compleja como el periodismo de guerra, sin tener experiencia ni contacto directo con la realidad de la situación.
Es importante destacar que la extensa trayectoria de décadas de los centros médicos y los científicos especializados en medicina y oncología avanzada no puede ser opacada por un video de dos minutos o una publicación en redes sociales. Estos expertos son los que cuentan con la formación y experiencia necesaria para ofrecer opciones terapéuticas adecuadas, respaldadas por la más alta calidad de evidencia científica.
La Responsabilidad del Paciente:
El mayor factor determinante en el éxito de un tratamiento oncológico es la capacidad del paciente para orientarse hacia las mejores opciones disponibles, aquellas que están respaldadas por evidencia científica sólida. La responsabilidad de investigar, comprender y tomar decisiones informadas sobre el tratamiento recae completamente en el paciente. De no hacerlo, puede ser demasiado tarde para rectificar el error cuando surjan consecuencias negativas. Nadie valora más su vida, pronóstico y supervivencia que el propio paciente.
Es por ello que es fundamental que los pacientes busquen información verificada y consulten con profesionales de la salud que estén al tanto de los avances más recientes en oncología. De esta manera, podrán tomar decisiones informadas que aumenten sus probabilidades de éxito y mejoren su calidad de vida. La orientación adecuada, basada en la evidencia científica, es la mejor herramienta que tienen los pacientes para enfrentar el cáncer de manera efectiva.